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LA EVALUACIÓN

Actualizado: 5 ene 2021

En esta sesión de la asignatura hemos estado hablando y reflexionando acerca del tema de la evaluación en las aulas, de los errores que tienen los sistemas actuales y la mejoras que habría que llevar a cabo para que la palabra evaluación forme parte del proceso de aprendizaje y dejemos de verlo como algo negativo y terrorífico.

Para ello, hemos aprendido que, los errores deben normalizarse y formar parte del proceso de aprendizaje. Equivocarse es necesario para saber qué es lo que no hemos entendido y poder hacer más énfasis en esa parte hasta que al fin lo comprendamos.

Para poder aprender correctamente, las clases deberían estar estructuradas en un trabajo por proyectos, donde se priorice el aprendizaje por competencias y no tanto por conocimientos. Esto es algo que hoy en día prácticamente no se usa en las aulas, dándole más peso a los conocimientos como tal. Quizá, anteriormente, este método de enseñanza era válido en otras épocas, pero hoy en día, con toda la disponibilidad inmediata a la información que existe en el mundo, cobra más importancia que un alumno desarrolle competencias como la reflexión, la crítica y una habilidad investigadora. Por tanto, los métodos de evaluación deberían evaluar éstas, que es lo que realmente va a servir a los alumnos en su futuro profesional y personal. Para poder evaluar esta competencias, la ley propone varios métodos, como el uso de rubricas y porfolios.

Gracias a los diferentes ejemplos vistos en clase, hemos visto que para planificar una buena y correcta evaluación, hay que tener presentes 3 puntos a la hora de planificar todo el desarrollo de la clase (con la evaluación incluida): qué conocimientos debe adquirir el alumno, qué debe saber hacer con esos conocimientos (habilidades, destrezas) y qué actitudes deben desarrollar. Debemos pensar unos puntos claves que queremos que aprendan los alumnos, seguido de las competencias que adquirirán a la hora de aprenderlos, para poder así englobar el mayor número de competencias posibles adquiridas mediante el proceso de aprendizaje y evaluación.

Además, debemos tener muy presente algunos consejos, como que en cada proceso de evaluación debe haber un feedback frío pero compensado con uno caliente, este feedbak debe ir orientado al comportamiento y no a la persona como tal y debe haber una relación de confianza entre evaluador y evaluado, entre otras propuestas.


Considero esta sesión como una de las más importantes en cuánto a mi experiencia como futura docente, ya que saber evaluar bien es complicado pero no imposible, y gracias a esto tendré las nociones básicas para poder hacerlo lo mejor que pueda. Debemos innovar en el ámbito de la evaluación y dejar de lado todos estos modelos tradicionales que desarrollan poco o nada las competencias, por tanto, usaré todo lo aprendido en mis futuras aulas para crear procesos de evaluación novedosos y mucho más completos de lo que son la mayoría hoy en día.


Espero que esta entrada os haya hecho reflexionar y que tengáis en cuenta todos estos consejos para vuestras futuras evaluaciones. ¡Gracias por leerme!

 
 
 

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