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GAMIFICACIÓN

Actualizado: 5 ene 2021

Sesión interesante la de hoy. Hemos estado hablando de la Gamificación, o lo que es lo mismo, aprender jugando. Digo interesante, pero debería decir también importante y fundamental, ya que todos los seres vivos aprendemos jugando desde que nacemos y, por tanto, en las aulas no debería poder aprenderse de otra manera. Desde un bebé elefante hasta un niño humano, todos aprenden muchas de las cosas fundamentales de la vida mediante el juego, el ensayo y el error, la práctica... y esto nos plantea una pregunta: ¿Por qué en educación nos empeñamos en que se debe aprender mediante teoría si la propia naturaleza nos dice que eso es "antinatural"? La respuesta sería: Porque toda la vida esto se ha hecho así. Pues bien, llegó la hora del cambio. Señoras, señores, bienvenidos a la educación del Siglo XXI, donde la gamificación debe ser parte FUNDAMENTAL de todas y cada una de las aulas, independientemente de la edad de los alumnos (los adultos también aprendemos jugando).


Hoy hemos aprendido este concepto nuevo, y esto me alegra y me entristece a la vez. Me alegro de haberlo aprendido y saber cómo llevarlo a cabo, pero me entristece porque me ha servido para darme cuenta de que nunca han utilizado esta técnica tan maravillosa conmigo en todos los años que llevo estudiando (que no son pocos).


Pues bien, volviendo al tema que nos ocupa, la gamificación podría describirse como algo así: es utilizar las dinámicas del juego para que se aprenda algo concreto a través de la acción. Para ello, hay que crear un contexto previamente pensado y que sea llamativo para los alumnos (algo que les interese) y debemos hacerles sentir protagonistas del mismo, es decir, ellos deben ser los principales personajes de la narrativa, y la práctica de lo que queremos que aprendan será llevada a cabo mediante el juego. Además, como en todo buen juego, podemos añadir premios, objetivos que conseguir, reglas básicas, la libertad de elegir y de poder equivocarse, feedback, algún elemento sorpresa, un estatus visible y, por supuesto, un límite de tiempo, entre otras cosas.


La gamificación, a parte de para hacer las clases más efectivas y amenas, también nos sirve para conocer a nuestros alumnos de manera individual, ya que la manera de cómo se comporten en el juego nos dice mucho de la personalidad de cada uno, con lo cual es un valor añadido que tiene esta técnica.


La verdad, todo esto me ha servido para darme cuenta de lo obsoleta que está la educación hoy en día y de que no podemos seguir enseñando como en el Siglo XIV, hay nuevos estudios sobre cognición, pedagogía, etc., y todos ellos respaldan estas nuevas técnicas de aprendizaje por su efectividad... no sé a qué esperamos para cambiar esto.


Hasta aquí la entrada de hoy, espero que os haya gustado y ya sabéis... ¡A GAMIFICAR!

 
 
 

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